Buenas tardes!!
Estamos aquí de nuevo, en este caso, para dedicar la entrada a trabajar con los ambientes de aprendizaje y circuitos por estaciones dentro de un aula de educación infantil.

Podemos definir como ambiente de aprendizaje a aquel espacio organizado con distintos materiales con el fin de crear un ambiente donde los niños puedan actuar de manera espontanea, por lo tanto, éste es el constructor de su propio aprendizaje. Por otro lado, definimos los circuitos por estaciones a la ejecución de distintas actividades fragmentadas en distintos rincones donde los niños se encargarán de rotar cada cierto tiempo, establecido por la maestra, para poder ejecutar todos los ejercicios.
A continuación vamos a redactar una comparativa entre estos dos conceptos.
En primer lugar, en los ambientes de aprendizaje dejaremos que los niños jueguen a su libre albedrío, empezando la sesión recordando las normas para que durante su juego libre se acuerden de cumplirlas, por el contrario, en los rincones por estaciones los niños jugarán siguiendo nuestras indicaciones, tanto de cómo hacerlo como el tiempo que dedicar en cada actividad. El ambiente de aprendizaje varía dependiendo si se hace al principio o al final de trabajar algún aspecto, es decir, si se hace al principio es para observar las reacciones y los intereses de los alumnos, mientras que si se hace al final se convertirá en una evaluación, por lo que tendremos que reconducir a los alumnos para que jueguen con todo el material y así poder apuntar los distintos resultados.

Éste se considera juego libre condicionado por el material del que disponemos, estableciendo siempre un tiempo global, mientras que en el circuito por estaciones se impone un tiempo para cada rincón. En éstos últimos, las actividades deben de ser juegos evitando que los alumnos los consideren recorridos. Estarán organizados en orden, es decir, siguiendo una transición lógica entre cada circuito como vimos en el ejemplo de la última sesión: Cojo la fruta y la transporto, la planto, la llevo a la frutería donde la vendo y por último tiro a la basura la fruta que no he vendido y se me ha puesto mala. Aquí encontramos otra diferencia puesto que los ambientes de aprendizaje deben ser orientados para que los niños simulen que están jugando en un lugar o juego determinado, como trabajamos en la clase práctica la ciudad. En este caso no daremos pautas de cómo hacerlo, teniendo como objetivo de esta manera que los alumnos reaccionen como hemos planificado al preparar la sesión pero sin ser controlados para ello, esto se puede cumplir o no.
Para concluir, he de decir bajo mi punto de vista que esta última sesión ha sido la más aburrida de todas las que hemos trabajado, aunque sí que es un gran recurso para el aprendizaje significativo de los niños y puede proporcionarnos una evaluación óptima y atractiva a las maestras y futuras de educación infantil, puesto que los alumnos no están condicionados y por lo tanto su espontaneidad se encuentra en su máximo nivel.
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